Uno de los parques de nuestra ciudad de Tehuacán que no ha cambiado mucho con el paso de los años es el parque Arcadia, este parque que ha visto caminar a muchísimos enamorados tomados de la mano, a jóvenes de la secundaria que pasan los mejores momentos con sus amigos al salir de la escuela, y por qué no, también a muchos atletas que tarde con tarde entrenan bajo los frescos árboles de este parque de nuestra ciudad.
Fue Don Álvaro Fernando Salazar Ávila, oriundo de Mérida Yucatán, quien después de vivir algunos años en Europa y dominar a la perfección las lenguas latinas, en 1922 vino de paseo a Tehuacán y bajo sus limpios cielos azules decidió edificar La Arcadia.
A la entrada de su casa solariega se lee una placa de mármol que dice: “En éste páramo desierto que atesora el clima más benigno, el agua más virtuosa, el cielo más azul, se levantará La Arcadia” esto fue un 12 de Junio de 1923.
Su sueño era hacer de la colonia Arcadia una zona parecida a los suburbios de las capitales europeas, grandes lotes residenciales, jardines y un parque con un monóptero al centro, que es un monumento de estilo griego, redondo, con el techo sostenido por columnas, sin paredes.
Este monumento está construido con un estilo Romano, en el fondo un obelisco con los cuatro puntos cardinales.
Se llama Arcadia porque era el nombre que en la Grecia Antigua se le daba a un lugar de belleza y felicidad, ensalzado en cantos por los poetas.
Don Álvaro, en vida dijo que hubiera preferido que la zona fuera más sobria y silenciosa, actualmente está llena de jóvenes estudiantes, mismos que le dan vida y juventud a este parque de nuestra hermosa ciudad de Tehuacán, así que no está de más hacer un recorrido por este bello lugar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario